Diego Pablo Simeone empieza la temporada con una mueca en su rostro. Empezó sonriendo gracias a Julián Álvarez y acabó desesperado tras la espectacular remontada del Espanyol. El delantero argentino fue el protagonista rojiblanco del estreno del Atlético de Madrid en LaLiga. Su golazo de falta directa en la primera mitad silenció Cornellà-El Prat, pero el éxtasis de los locales llegaría gracias a una remontada exprés con goles de Miguel Rubio y Pere Milla (2-1). Los pupilos de Manolo González compitieron hasta el final y el Atleti, una vez más, tiró por la borda su buen hacer durante gran parte del encuentro.
Antes, Simeone tenía un plan específico con los rostros nuevos. Un largo, a veces larguísimo, proceso de adaptación a la filosofía rojiblanca que se caracterizaba por pasar largas temporadas en el banquillo. En el debut liguero de esta temporada 2025/26, el técnico argentino apostó por cinco fichajes como titulares (Cardoso, Ruggeri, Baena, Hancko y Almada), fruto de las urgencias que mostró la escuadra rojiblanca en el final del pasado curso. El Cholo respondió así al gran trabajo de Carlos Bucero, cabeza visible de la dirección deportiva colchonera que ha apostado por tapar agujeros con sólidos nombres de clase media.
En el Atlético de Madrid hay algo cristalino: este equipo es de Julián Álvarez. Si el pasado año el argentino se consolidó como una de las grandes estrellas de LaLiga, esta temporada asume el liderazgo total en el Atleti. Todo pasa por él y los fichajes de Álex Baena o Almada buscan potenciar su papel. No le hizo falta al argentino demasiado para brillar. Una falta lejana, un suspiro previo al disparo y la pelota colocada, delicada pero violenta, en la escuadra derecha de Dmitrovic. Quizás, el gran gol de la primera jornada liguera.
El tanto llegó en el minuto 37 de la primera mitad. Hasta entonces, el Atleti se imponía con más presencia que fútbol a un combativo Espanyol, que de mostrar la seriedad de este debut durante el resto del año, no debería sufrir cómo lo hizo hace apenas dos meses.
Perdonaron el segundo
Una amarilla de Cardoso y algo que vería mal Diego Pablo Simeone llevó al entrenador a cambiar de una tacada su doble pivote al descanso. Adiós al estadounidense y a Gallagher, quienes habían cuajado una buena primera mitad (el británico provocó la falta del gol de Álvarez), y para adentro Koke Resurrección y Pablo Barrios. El madrileño de 22 años aportó desparpajo a la medular colchonera, con menos trabajo pero más talento.
Marcos Llorente era el catalizador de las ofensivas rojiblancas gracias a su larga zancada desde la derecha. En el Espanyol, se confiaba en acciones individuales de Roberto Fernández o de Puado. Cuando casi se llegaba a la hora de encuentro, una exquisita combinación del Atlético de Madrid entre Barrios, Llorente y Julián a punto estuvo de suponer el segundo. El argentino recortó a dos metros de portería, pero su remate dio a la madera. Se lamentaría, y mucho, la afición rojiblanca de esta oportunidad perdida.
Un desatado Barrios estaba en todas partes. Mientras que Almada y Baena se diluyeron en la segunda mitad. Salieron entonces Antoine Griezmann, que asumirá el papel de revulsivo durante la temporada salvo sorpresa, y Raspadori, aspirante a nuevo Ángel Correa, que no vivió un debut soñado. Mención especial para el debut de dos hombres: Ruggeri y Hancko. Dos futbolistas que entendieron a la perfección la dinámica del Atlético de Madrid y que, pese a la derrota final, sacaron buena nota.
El éxtasis de Cornellà-El Prat
El Espanyol se metió de lleno en el encuentro a causa de un error de Llorente, que regaló una ocasión a balón parado en el minuto 70. El centro fue una delicatessen y lo firmó Edu Expósito, Miguel Rubio se marchó de la marca de Raspadori y celebró ante Oblak. Otra vez, esa sensación de que al Atleti se le hace daño con demasiada facilidad.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) August 17, 2025"Hemos remado como cabr****".
"Hay que correr por el balón como si nos fuera la vida".
Manolo González es puro @RCDEspanyol. 💙⚽️#LALIGAEASPORTS #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/H6qo9FhubL
Sortloth saltó al campo para tratar de desatascar el empate. Pero al Atleti le temblaban las piernas y Pere Milla se inventó un remate de cabeza inverosímil (casi desde el suelo, hacia atrás y sin mirar) imposible de parar para Oblak. En apenas 15 minutos, el Espanyol dio la vuelta al encuentro y dejó en nada el esfuerzo inicial de los rojiblancos. No fue el inicio soñado para Simeone, Manolo González es el que acabó sonriendo. Si algo nos enseñó el técnico perico la pasada temporada es que su equipo nunca deja de luchar.
Diego Pablo Simeone empieza la temporada con una mueca en su rostro. Empezó sonriendo gracias a Julián Álvarez y acabó desesperado tras la espectacular remontada del Espanyol. El delantero argentino fue el protagonista rojiblanco del estreno del Atlético de Madrid en LaLiga. Su golazo de falta directa en la primera mitad silenció Cornellà-El Prat, pero el éxtasis de los locales llegaría gracias a una remontada exprés con goles de Miguel Rubio y Pere Milla (2-1). Los pupilos de Manolo González compitieron hasta el final y el Atleti, una vez más, tiró por la borda su buen hacer durante gran parte del encuentro.